Una droga es todo fármaco o principio activo de un medicamento, elemento de origen biológico natural o producto obtenido de él por diversos métodos, o sustancia producida artificialmente, que produce efectos en el sistema nervioso central modificando el estado de ánimo o produciendo placer, y que puede tener potencial de abuso.

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sábado, 16 de noviembre de 2013

¿Qué son los Tranquilizantes?

  El nombre genérico de "tranquilizante" se aplica a distintos fármacos con diferentes acciones y aplicaciones, que se comercializan casi siempre en forma de píldoras.
  Existe una distinción entre tranquilizantes mayores y menores; los primeros se utilizan para tratamientos psiquiátricos, mientras que los segundos, entre los que figuran los barbitúricos (somníferos) y las benzodiaceptinas, son de uso muy extringido y, en demasiados casos, indiscriminado.
  Todos tienen numerosos efectos secundarios perjudiciales para el organismo, causan adicción y, si suspende su consumo de un modo brusco, causan síndromes de abstinencia muy desagradables.
  Por todo ello deben administrarse con precaución, durante cortos períodos de tiempo, por prescripción y bajo control médico, no debiendo ser consumidos por las embarazadas, los niños y aquellas personas que tengan que realizar tareas que requieran atención, como conducir un vehículo. 

TRANQUILIZANTES MAYORES
  Los tranquilizantes mayores se usan para los tratamientos de la psicosis y otros trastornos mentales como la esquizofrenia, las manías y el deliriun tremens, éste originado por la abstinencia de bebidas alcohólicas. Entre los más usados se encuentran la reserpina, el haloperidol, la butirofenona, la tioxantina, las fenotiacinas y sus derivados.
  Esos fármacos se conocen como neurolépticos, que provienen de las palabras griegas neuro, "nervio", y lepto, "atar'. El efecto básico que producen consiste en la indiferencia emocional, aunque sin alteración de las percepciones ni de las funciones intelectuales. Entre sus efectos secundarios están las disfunciones sexuales, como la frigidez, las inhibiciones en la eyaculación y la disminución del deseo.
  Al anular las emociones también inhiben la iniciativa de las personas que los consumen, así como su capacidad afectiva.
  Cuando se administran estos fármacos suelen producirse un incremento del apetito, con el consiguiente aumento de peso. También puede producir, cuando se consume dosis altas, estreñimiento, retención urinaria, irregularidad menstrual, alergias de la piel, trastornos hepáticos y otros problemas más grabes, como parkinsonismo, arritmia cardíaca, bruscos ataques de parálisis muscular, tics involuntarios, que afecta a los músculos de la cara, y excitación.
  Pueden considerarse como medicamentos peligrosos, ya que, como tienen un alto índice de tolerancia, el organismo se acostumbra a ellos con facilidad además, aun cuando se administren en dosis muy bajas, pueden producirse los efectos antes mencionados.
  Los tranquilizantes mayores deben administrarse con suma precaución, y sólo en aquellos casos en que el paciente sufra delirios y manías persecutorias que pongan en peligro su vida o la de los demás.

TRANQUILIZANTES MENORES
  Los tranquilizantes menores tienen un efecto depresivo sobre la función cerebral. A pesar de sus múltiples efectos secundarios, y de la gran adicción que producen, son consumidos en grandes cantidades en todo el mundo, e incluso algunos médicos los prescriben de forma habitual.
Dentro de los tranquilizantes menores pueden distinguirse dos tipos distintos: los barbitúricos y las benzodiacepinas.

Barbitúricos
  Los barbitúricos, o somníferos, se utilizan para tratar la ansiedad, como inductores del sueño y en los casos de epilepsia. Existen diferentes tipos de barbitúricos para lograr acciones distintas; por ejemplo, el pentotal, que se utiliza como anestésico en las intervenciones quirúrgicas, es de acción breve.
Una sobredosis puede causar la muerte del paciente, y cuando dejan de administrarse causan un síndrome de abstinencia que muchas veces requiere tratamiento hospitalario, y se manifiesta con alucinaciones y convulsiones.

Benzodiacepinas
 Los compuestos derivados de las benzodiacepinas se comercializan con diferentes nombres, como el diacepam, el nitracepam y el clorodiacepóxido, entre otros. Administrados en dosis pequeñas deprimen parcialmente el sistema nervioso, y actúan como sedantes. Utilizados en dosis altas actúan como hipnóticos o inductores del sueño, y relajantes musculares.
Como los anteriores, producen dependencia física, y se suspenden de forma brusca su administración, se padece un síndrome de abstinencia parecido al de la heroína, es decir, un malestar general como temblores, escalofríos, secreciones nasales y retortijones, que en este caso, además, se presenta con violentas convulsiones.

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