- Cataratas

- Arrugas
El tabaco provoca un envejecimiento prematuro de la piel
debido al desgaste de las proteínas que le dan elasticidad y la reducción del
riego sanguíneo que sufre el tejido. Los fumadores tienen una piel seca, áspera
y surcada por arrugas diminutas sobre todo alrededor de los ojos.
- Pérdida del Oído
El tabaco hace que se formen placas en las paredes de los
vasos sanguíneos, con la consiguiente reducción del riego del oído interno. Por
ello, los fumadores pueden perder oído a edades más tempranas que los no
fumadores y son más vulnerables a esa complicación en caso de infección del
oído o exposición a ruidos intensos. Asimismo, los fumadores son tres veces más
propensos que los no fumadores a padecer infecciones del oído medio.
- Cáncer
Se ha demostrado que más de 40 productos químicos contenidos
en el tabaco causan cáncer.
Los fumadores tienen una probabilidad unas 20 veces más alta
de sufrir cáncer de pulmón que los no fumadores. El tabaco es la causa de cerca
del 90% de nuevos casos de cáncer de pulmón. Estudios recientes sugieren que
fumar intensamente puede favorecer el cáncer de mama.
El tabaco favorece que se forme con mayor frecuencia el
sarro, tiñe los dientes de amarillo y tiene mal aliento.
- Efisema
Además del cáncer de pulmón, el tabaco causa enfisema y
reduce la capacidad pulmonar de captar oxígeno y expulsar dióxido de carbono.
En casos extremos, el paciente no puede respirar sin la ayuda de un respirador
al padecer infecciones del oído medio.
- Osteoporosis
El monóxido de carbono, el gas más nocivo proveniente del
humo de combustión de los vehículos y del tabaco, es absorbido por la sangre
mucho más rápidamente que el oxígeno, lo que reduce hasta en un 15% la
capacidad de transporte de oxígeno de la sangre en los fumadores empedernidos.
Como consecuencia de ello, los huesos de los fumadores se fracturan más
fácilmente y tardan hasta un 80% más en soldarse.
- Cardiopatías
Las enfermedades cardiovasculares son la causa de una de
cada tres defunciones en el mundo. El consumo de tabaco figura entre las
principales causas asociados a las enfermedades cardiovasculares. El tabaco
acelera la frecuencia cardiaca, eleva la presión arterial y aumenta el riesgo
de hipertensión y de obstrucción de las arterias, lo que puede provocar ataques
cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
- Úlcera Gástrica
El consumo de tabaco altera el comportamiento de las
bacterias que causan las úlceras del estómago y reduce la capacidad de éste
para neutralizar el ácido después de las comidas. Las úlceras de los fumadores
responden peor al tratamiento y tienden a recidivar más a menudo.
- Dedos
El alquitrán que contiene el humo del tabaco se acumula en
los dedos y las uñas y los tiñe de un color pardo amarillento.
- Cáncer en la Mujer y Aborto
Además de aumentar el riesgo de cáncer cervicouterino, trae
problemas de infertilidad en las mujeres y provoca complicaciones durante el
embarazo y el parto.
El aborto espontáneo es entre dos y tres veces más frecuente
entre las fumadoras, al igual que la muerte prenatal, debido a la privación de
oxígeno que sufre el feto y las anomalías que afectan a la placenta como
consecuencia del monóxido de carbono y la nicotina del humo de los cigarrillos.
El síndrome de muerte súbita del lactante también se asocia
al consumo de tabaco. Por último, el tabaco puede reducir el nivel de
estrógenos, y adelantar así la menopausia.
- Espermatozoides
El tabaco puede alterar la morfología de los espermatozoides
y dañar su ADN, lo que aumenta el riesgo de aborto espontáneo y defectos
congénitos. Según algunos estudios, los hombres fumadores tienen más
probabilidades de engendrar un niño que padezca cáncer. El tabaco también reduce
el número de espermatozoides y dificulta el riego sanguíneo del pene, lo que
puede provocar impotencia. La esterilidad es más frecuente entre los fumadores.
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